Con origen en la cuna mundial de los cultivos de arroz, como son China y Japón, el aceite de arroz ha ganado mucha popularidad en Occidente en las últimas décadas y a día de hoy resulta muy sencillo encontrarlo para su uso doméstico.
De color claro, inodoro y muy homogéneo en su composición; el aceite de arroz (Oryza Sativa en su nombre científico) se extrae tanto de la cáscara como del germen de la planta, por lo que reúne todas las propiedades nutritivas posibles del arroz.
Para hacerlo más beneficioso, este aceite vegetal que se suele comercializar se vende con ciertos ácidos grasos y ceras eliminados de su composición, lo que hace que sea aún más saludable.
Beneficios del aceite de arroz
El aceite de arroz cuenta con un buen número de componentes saludables para la salud, entre los que sin duda destacan los ácidos grasos. Y es que cuenta con ácidos grasos palmíticos, esteáricos, mirísticos, oleicos y linoleicos que resultan muy interesantes para la salud en múltiples ocasiones.
Además, el aceite de arroz cuenta con esteroles vegetales, fitoesteroles, vitaminas A, E y K, magnesio, fósforo, calcio, zinc, hierro, potasio, licopenos o coenzima Q10, muy interesante para tratamientos para la piel.
Usos del aceite de arroz
Entre los usos más habituales del aceite de arroz destacan por su importancia los siguientes:
Anti alergénico
Está demostrado que el uso del aceite de arroz puede ser eficaz a la hora de combatir y mitigar los efectos de ciertas alergias y sus reacciones en el ser humano. Son muchas las investigaciones que en la actualidad se están realizando al respecto.
Reducir el colesterol
El aceite de arroz se suele incorporar en la dieta de aquellas personas que sufren de colesterol elevado, ya que las grasas beneficiosas que contiene ayudan a proteger el corazón además de facilitar la disminución de los niveles de colesterol en sangre. Sus efectos a medio y largo plazo son muy interesantes.
Tratamientos para la piel
El uso del aceite de arroz en la cosmética es muy beneficioso gracias a sus propiedades antioxidantes y reparadoras de la piel. Ayuda a luchar contra las arrugas regenerando la piel, reduciendo las cicatrices y contribuyendo a su hidratación con la vitamina E y los antioxidantes. Es muy fácil de usar ya que es un aceite que no resulta pringoso y se absorbe con rapidez en todo tipo de pieles, desde las más secas a las pieles grasas.
Además, la presencia de coenzima Q10 favorece la producción de ácido hialurónico y la producción de energía de las células de la piel, lo que ayuda a su reparación, mantenimiento y al aumento de la elasticidad.
Acción calmante
El aceite de arroz es usado en todo el mundo como uno de los mejores ingredientes para luchar contra alteraciones de la piel como las irritaciones y las dermatitis, sobre todo en niños y personas mayores que usan pañales. Ayuda a lograr una piel calmada, resistente y suave gracias a su poder regenerador.
Fortalece las defensas
Al introducir en el organismo un buen número de minerales y vitaminas, el aceite de arroz contribuye de forma directa a fortalecer las defensas del organismo ayudando en la prevención de todo tipo de enfermedades infecciosas, especialmente durante los resfriados. Es quizás uno de los usos más antiguos del aceite de arroz en todo el mundo.
El aceite de arroz aporta al organismo tanto o más beneficios que el consumo del propio cereal. Su uso a través de los siglos ha sido determinante para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo.