El sésamo es esa semilla que vemos en el pan, y generalmente más a menudo en el pan de hamburguesa, que además de su valor nutritivo aporta decoración al producto. Pero estas semillas diminutas también se emplean para realizar aceite, que se utiliza generalmente en la cosmética y en el sector alimentario, sobre todo en la península de Corea.
Del aceite de sésamo destacan sus propiedades curativas y su uso extendido en la medicina, ya que tiene un poder antiinflamatorio, su uso es positivo para nuestro sistema nervioso y puede ser incluso un buen aliado contra nuestra placa dental, entre otros beneficios.
¿Qué caracteriza al aceite de sésamo?
El sésamo es el noveno cultivo de cereal del que puede extraerse aceite (los llamados cultivos oleaginosos), presente sobre todo en India, China, Sudán o Etiopía.
Para poder obtener este aceite (también llamado aceite de ajonjolí, aceite de ginebra o aceite de til), las semillas de sésamo se tuestan (por eso vemos ese color marrón y más oscuro) y se prensan, de donde sale el aceite.
El aceite de sésamo tiene un sabor intenso, así como un aroma característico que se emplea en gastronomía para diferenciar los platos.
Si hablamos de sus propiedades, el aceite de til contiene Omega 6 y Omega 9, que tienen a su vez ácido linoleico, unos elementos favorables para el cuerpo humano, ya que no los producimos.
En su variedad comestible, este aceite es altamente insaturado. Además de los ácidos tipo Omega, en sus elementos destacan la vitamina E y los lignanos, químicos presentes en la naturaleza vegetal y animal.
Usos de este aceite en la gastronomía
El aceite de sésamo se puede utilizar crudo (de hecho se recomienda tomarlo así, por su sabor suave), añadiéndolo a aliños, aunque también como salsa incorporándolo a los guisos. Esto lo saben bien en Japón, Corea, China y en la región de Oriente Medio, aunque cada vez se está extendiendo más su uso. Por ejemplo, en la India se emplea para freír y en Europa como un elemento más de las ensaladas.
Se trata de un aceite apto para veganos, dado su origen vegetal, y gracias a su sabor ligero, se emplea principalmente en ensaladas, frituras, salteados o platos típicos de la cocina asiática, tales como el arroz o los tallarines. Si se va a utilizar para freír alimentos, puede soportar temperaturas de hasta 180ºC.
Aplicaciones saludables del aceite de sésamo
Este aceite se utiliza en amplios campos de la medicina, ya que es beneficioso contra las enfermedades cardiovasculares: ayuda a la circulación de la sangre, por lo que puede disminuir el colesterol mediante la expulsión de grasa de las arterias.
El aceite de ajonjolí tiene capacidad antiinflamatoria, ya que cuenta con ácidos grasos y cobre en su composición. Así, es útil para mejorar el estado de personas con artrosis, artritis u otros problemas musculares como los calambres e incluso los esguinces o dolores de oído. Derivado de esta capacidad antiinflamatoria, en los países de Oriente llaman a este producto el “aceite de la mujer”, por su supuesto beneficio a la hora de tratar dolores de menstruación o propios de la menopausia.
Debido a los minerales de hierro, zinc, magnesio y calcio que contiene, contribuye positivamente a nuestro sistema nervioso (impulsa nuestra memoria y puede prevenir algunas enfermedades de este sistema como el Alzheimer). Esto se produce por su aporte de vitamina E.
Si tienes dolor de cadera, rodilla o algún otro tipo de molestia debido a los huesos, el sésamo puede ayudarte como aporte calórico de calcio (aunque es cierto que para paliar estos síntomas es preferible tomar directamente las semillas, ya que en la extracción puede perderse este elemento).
El aceite de sésamo en la cosmética
En el sector cosmético, destaca su poder antioxidante y protector, además de su capacidad de mantener la piel hidratada. Por ello, el aceite de sésamo se suele emplear bastante en el sector cosmético, ya sea como producto hidratante, de limpieza facial o exfoliante, y para tratamientos antiedad. También se emplea para eliminar las imperfecciones faciales, como las manchas de la piel o el acné.
Por ejemplo, si tienes la piel seca, el aceite de sésamo puede ayudarte a revitalizarla. Es un buen bálsamo cuando vuelves de la playa, ya que puede llegar a protegerte de las radiaciones UV, aunque no en gran medida. Por ello, su uso como protector solar se recomienda después de la exposición al sol (durante la exposición, es recomendable utilizar un producto de mayor protección). De esta manera, podrá ayudarte con las quemaduras o daños en la piel.
Pero no solo tiene usos cosméticos como en la piel: el aceite de sésamo es un aliado de la odontología, pues tiene efecto contra la placa dental y los estreptococos (bacterias que podemos tener en la garganta). Para ello, se pueden realizar enjuagues, que incluso pueden tener un resultado de blanqueamiento de los dientes.