El aceite de maíz es uno de los aceites vegetales más usados para cocinar, junto al aceite de oliva o de girasol. Como puntos positivos destaca su aporte de vitamina E, proteínas y carbohidratos, así como grasas monoinsaturadas y gran cantidad de grasas poliinsaturadas. No obstante, este aceite también tiene contraindicaciones, como su colesterol oxidado. También se utiliza para hidratar la piel, cabello o para realizar masajes.
Origen y composición
El maíz es una planta que procede de América, y el aceite de este tipo se obtiene de los granos de maíz. Cuando el maíz se recoge, se le aplica un proceso de maceración mediante agua con altas temperaturas, para conseguir quitar la dureza del grano. Una vez están blandos, los granos se trasladan a los molinos y allí se extraen sus tres componentes: carbohidratos, proteínas y lípidos.
Es del germen de donde se obtiene el aceite de maíz, ya que se encuentra en un 25% a 30% (cada grano de maíz puede generar 3-5% de aceite).
Los ácidos grasos insaturados suponen un 98% de su composición, además de la vitamina E. Los principales elementos del aceite de maíz son:
- Grasas monoinsaturadas. Es una parte considerable de este aceite, ya que está presente en una cuarta parte de sus propiedades aproximadamente. A pesar de que su nombre pueda inducir a pensar lo contrario, las grasas monoinsaturadas son beneficiosas (al igual que las poliinsaturadas, que veremos a continuación). Estas grasas benefician al corazón y reducen el llamado colesterol malo o LDL, propenso a perjudicar las arterias.
- Grasas poliinsaturadas. Es el elemento más presente en este aceite, suponiendo más de media parte del producto. Su principal beneficio es la estabilización de nuestro corazón. Entre las grasas poliinsaturadas se encuentran las Omega 6 y una pequeña parte de Omega 3, elementos importantes para las personas, ya que nuestro organismo no las produce por sí solas. El Omega 6 es beneficioso para la salud de nuestros huesos, cabello y piel.
- Vitamina E. Esta vitamina es antioxidante, es decir, contribuye a la erradicación de toxinas presentes en nuestro cuerpo (por lo que previene enfermedades vasculares o circulatorias). Concretamente elimina las toxinas llamadas radicales libres, que impiden el envejecimiento de nuestras células. Con la cantidad de una cucharada de aceite de maíz estaremos ingiriendo ⅕ de la vitamina E que necesitamos diariamente.
¿Qué aplicaciones tiene el aceite de maíz?
En la industria alimentaria el aceite de maíz se utiliza sobre todo para sustituirlo por el aceite de oliva, y reducir de esta manera el gasto económico añadido que supone este último. Además, el aceite de maíz también suele usarse en lugar de la grasa animal, como es la mantequilla. Lo cierto es que este tipo de aceite tiene como ventaja su gran conservación, manteniendo el sabor de los elementos con los que se mezcla en la fabricación.
El aceite de maíz se caracteriza por su suave sabor y su capacidad de aguantar las altas temperaturas, por ello se suele utilizar a la hora de freír los alimentos, ya sea en el ámbito industrial o el doméstico. Se puede emplear asimismo en repostería.
Aunque se utiliza en la alimentación, el aceite de maíz también es conocido por su utilización en la cosmética y cuidado de la piel. Gracias a su capacidad de hidratación, este aceite se puede utilizar en piel y cabello para mejorar su estado, debido a los antioxidantes de sus elementos.
El uso más extendido en cosmética es la hidratación de la piel a modo de tratamiento antiedad, ya que estira los tejidos de la piel, ayudando a reducir las arrugas y produciendo un efecto tensor, que disimula las líneas de expresión. Asimismo, se utiliza para dar masajes.
¿Es sano el aceite de maíz?
El principal problema que presenta este tipo de aceite es su modo de fabricación, pues las plantas del cultivo se originan a partir de semillas modificadas genéticamente, generalmente en tierras de Estados Unidos (esto incluye determinadas toxinas en el maíz). De hecho, las primeras pruebas de transformación del cultivo fueron con el maíz, por lo que es el primer cereal en ser adaptado según el clima en el que se desarrolla.
En su composición, el aceite de maíz contiene colesterol oxidado, que es una propiedad que transforma el colesterol beneficioso a perjudicial.
Si tu objetivo es seguir una dieta saludable, no deberías abusar de este aceite, ya que, aunque tiene algunos beneficios en la salud, tiene otros que no nos hacen bien y que podemos evitar; por ejemplo, optando por el aceite de oliva virgen extra en la cocina. Además, hay que tener en cuenta que una cucharada de aceite de maíz contiene unas 125 calorías, lo cual es un aporte elevado, por lo que no es recomendable consumir este aceite en grandes cantidades.