¿Cual es el mejor aceite para freír? Sigue estos consejos

Cuando pensamos en qué tipo cual es el mejor aceite para freír se nos viene a la cabeza la duda de si para fritos es mejor el aceite de girasol, si es verdad que el aceite de oliva virgen extra es tan bueno como dicen o si hay otros tipos que también son aptos a la hora de cocinar; acción que solemos realizar dos veces al día.

Cuidar el aceite para un uso saludable

Antes de analizar algunos aceites, hay que conocer el cuidado de los aceites en ciertas condiciones vitales para que sea apto para su consumo:

  • No aproximar la botella de aceite mucho a la luz ni al calor, ya que podría perder propiedades, oxidarse o incluso interferir en su sabor haciendo que parezca rancio.
  • Cuando se a cabe de freír en las freidoras se debe cerrar la tapa. Si el aceite entra en contacto con el oxígeno exterior, se echará a perder antes.
  • No freír a más de 180º y en pequeñas cantidades. Es preferible freír varias veces, pero con un resultado óptimo.

Para saber qué aceite es el mejor, debemos tener en cuenta estas recomendaciones para que, aunque sea un aceite menos apto, no se convierta en insalubre.

Tipos de aceite y sus recomendaciones

No por utilizarlo muchas veces para no gastar dinero en una nueva garrafa será mejor, porque estás haciendo que tu salud empeore. El aceite de coco, por ejemplo, es rico en ácido láurico y otras grasas saturadas, por lo que para el procedimiento de fritura es resistente.

Científicos y personas especializadas en los estudios del aceite para la selección de uno apto coinciden en que el aceite de oliva virgen extra (en adelante AOVE) es el mejor para todo. Es preferible no contar con multitud de tipos de aceite y disponer de uno de buena calidad y reutilizable para dos o tres ocasiones más.

También afirman diversos estudios que para freír también se puede tener aceite de coco, ya que resiste altas temperaturas y no es tan perjudicial como el aceite de girasol, aceite de palma u otros.

El por qué de la elección de AOVE para todos nuestros platos y guisos es debido a su estabilidad y porque contiene menos ácidos grasos poliinsaturados, que son aquellos que se oxidan más fácilmente.

Los grados que deben alcanzar según el aceite escogido para freír son:

  • AOVE: No más de 200º.
  • Aceite de oliva: 170º.
  • Aceite de girasol: 160º.

El aceite de oliva y consejos para su conservación

El AOVE es clasificado en todas las listas como el mejor aceite para freír debido a las propiedades que tiene, así como la estabilidad que presenta en la fritura. En el caso de querer utilizar un aceite más económico o con menos sabor del que aporta este, se puede escoger otra alternativa como el de girasol.

Los grandes cocineros admiten que para las freidoras con tamaños mucho mayores a las que se tienen en casa es necesario que el aceite tenga propiedades factibles en relación con las temperaturas tan altas que van a alcanzar. También que no solamente sirvan para una vez, saludables, con un aporte positivo a la comida que se cocina, que no haga nubes de humo ni espumas. Para todo esto el aceite elegido por todos es el AOVE.

Mejor aceite para freir

Algunos consejos para que el AOVE esté en perfectas condiciones son:

  1. No exponerlo a temperaturas muy altas: si el AOVE llega a 170º, no sobrepasar esta cifra. Cuando se produce un sobrepaso, empieza a soltar sustancias nocivas para la salud de las personas que lo consumen. Saber cuándo ha alcanzado esta temperatura es sencillo: simplemente el aceite no debe echar humo en ningún momento. El truco de los cocineros especialistas es echar algo pequeño como una miga de pan o un trocito de lo que vayamos a freír y cuando empiece a freírse, estaría listo para echar el producto en su totalidad.
  2. No unir aceites que ya hemos utilizado anteriormente con limpios y mucho menos aceites que no son del mismo tipo, ya que no todos soportan las mismas temperaturas. Además, producen sustancias tóxicas para el ser humano.
  3. A pesar de que no suele cumplirse este requisito, es aconsejable echar productos sin congelar y secos, ya que el agua que pueden contener hace que el aceite se pudra.
  4. Con frecuencia freímos con tapa para no manchar alrededor o para que no salte el aceite. Pero sin ser conscientes, esto es un inconveniente; ya que tapar la sartén produce vapor que cae al aceite, lo que provoca la descomposición lenta de esta sustancia.
  5. Cuando se introduzcan en el aceite alimentos rebozados hay que atender a la manera de realizarlo, ya que puede haberse hecho con agua o con leche. El momento para echar leche o agua en el rebozado es cuando acabemos de batir los huevos. Así, el producto sabrá mejor cuando lo comamos y no parecerá tan aceitoso. Cuando se termine de realizar la fritura de los alimentos, antes de ponerlos en un plato o fuente, sería conveniente añadir una servilleta para empapar el exceso de aceite.

Tras hablar sobre qué aceite es mejor para freír concluimos que el más recomendado suele ser el aceite de oliva virgen extra. Otros como el aceite de coco pueden aportarnos una mayor resistencia, aunque es importante conocer su conservación para evitar daños en la salud.

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